Esta semana trabajaremos en el quinto y último componente del chasis de negocios: el margen de utilidad. Si tienes un negocio de rápido crecimiento, pero sin los márgenes de ganancia aceptables, todos tus esfuerzos de crecimiento serán en vano. Es importante conocer tus márgenes en general y también en forma específica, por tipo de producto y/o servicio que ofertas.
Así podrás estar seguro de cuáles son los productos y/o servicios que te dan un margen de utilidad mayor, y a su vez, implementar las estrategias necesarias, en aquellos que te proporcionan un beneficio menor.
Hay dos formas principales en que puedes mejorar los márgenes de beneficio en tu negocio: reducir sus costos o aumentar sus precios. La mayoría de los dueños de negocio temen aumentar los precios, pero si se han posicionado correctamente gracias a su CUV, diferenciándose de su competencia, es posible quitar ese paradigma, ya que se trata principalmente de miedo a lo desconocido.
La reducción de costos muchas veces es más fácil, pero no necesariamente es la decisión correcta cuando estás enfocado en hacer crecer tu negocio. A menudo la reducción de costos implica ofrecer menos servicios, la reducción de personal y por ende una calidad inferior en lo que ofreces.
Ten cuidado de no afectar tu eficiencia operativa y rapidez de entrega. Lo último que quieres que suceda es que tu negocio se convierta en una empresa que sobrevive a base de reducir costos.
Con esta recomendación en mente, piénsalo bien, siempre hay maneras de ganar eficiencia y reducir el costo efectivo de tu sistema. Es posible hacerlo mediante la reducción de residuos, mayor eficiencia, la reducción del trabajo en los inventarios de proceso y el movimiento innecesario de personas y suministros. Debes evaluar críticamente tus operaciones comerciales con la meta de lograr una mayor eficiencia y la reducción de pasos innecesarios en tus procesos.
Esta es una poderosa manera de reducir tus costos, a la vez que tu productividad y satisfacción del cliente crece. Contamos con estrategias probadas y garantizadas para ayudarte a cumplir con esta meta.
El desafío es, en primer lugar, conocer tus márgenes de utilidad por producto y/o servicio. Después, tener una meta clara de mejora sobre una base regular y constante. La tendencia de tus márgenes de utilidad debe ser siempre favorable. Si superas con éxito esta casilla del juego, sin duda te encontrarás en el círculo de los ganadores.