- Fija horas de trabajo y respétalas: Si decides empezar a las 08:00 o a las 09:00, comprométete a empezar todos los días a las misma hora y no cedas al atraso por ningún motivo.
- Hazte disponible: Es cierto que esto puede parecer contraproducente, es cierto que siempre digo que las interrupciones hay que evitarlas a toda costa y aunque sigue siendo cierto, esto no significa que al evitar las interrupciones debes aislarte por completo. Hazte disponible para tus colegas y clientes en Skype. Cuando apareces «on line» señalas que estás «en la oficina.
- Reserva bloques de tiempo cada día para realizar tareas que necesariamente no son relacionadas con proyectos específicos: Esto quiere decir que puedes dedicar cada mañana o cada tarde, unos 10 minuto para actualizar tu cuenta de Twitter o Facebook, o puedes dedicar 20 minutos para pagar facturas o redactar correos electrónicos que no has podido responder. Reservar estos pequeños bloques de tiempo puede ayudarte a realizar un trabajo más enfocado y eficiente. Logra que tu mente aprenda a mantenerse enfocada durante el resto del día.
- Dedica un poco de tiempo al final del día para priorizar las actividades que hay que hacer al día siguiente: Puedes también preparar lo que tienes que hacer cada día temprano en la mañana, esto ayuda a que te prepares mentalmente para lo que tienes que hacer y le da un punto de partida a tu día.
¿Tienes problemas con la autodisciplina de vez en cuando? Si es así ¿Qué estás haciendo para superarlo?