1. Fija horas de trabajo y respétalas: Si decides empezar a las 08:00 o a las 09:00, comprométete a empezar todos los días a las misma hora y no cedas al atraso por ningún motivo.
  2. Hazte disponible: Es cierto que esto puede parecer contraproducente, es cierto que siempre digo que las interrupciones hay que evitarlas a toda costa y aunque sigue siendo cierto, esto no significa que al evitar las interrupciones debes aislarte por completo. Hazte disponible para tus colegas y clientes en Skype. Cuando apareces «on line» señalas que estás «en la oficina.
  3. Reserva bloques de tiempo cada día para realizar tareas que necesariamente no son relacionadas con proyectos específicos: Esto quiere decir que puedes dedicar cada mañana o cada tarde, unos 10 minuto para actualizar tu cuenta de Twitter o Facebook, o puedes dedicar 20 minutos para pagar facturas o redactar correos electrónicos que no has podido responder. Reservar estos pequeños bloques de tiempo puede ayudarte a realizar un trabajo más enfocado y eficiente. Logra que tu mente aprenda a mantenerse enfocada durante el resto del día.
  4. Dedica un poco de tiempo al final del día para priorizar las actividades que hay que hacer al día siguiente: Puedes también preparar lo que tienes que hacer cada día temprano en la mañana, esto ayuda a que te prepares mentalmente para lo que tienes que hacer y le da un punto de partida a tu día.

¿Tienes problemas con la autodisciplina de vez en cuando? Si es así ¿Qué estás haciendo para superarlo?