Cuando iniciamos un nuevo año, generalmente lo enfrentamos con una actitud positiva, las personas priorizan sus metas y el cumplimientos de sus objetivos. Lamentablemente no todos están consientes de que no podrán ser todos cumplidos, menos del 30% según algunos estudios. ¿De qué forma podemos revertir esta tendencia?
Dentro de muchas propuestas innovadoras existe una muy interesante, que puede ayudarnos, esta presenta la idea de cambiar la lista metas por una lista de preguntas.
En un interesante artículo publicado en Harvard Business Review, Hag Gregersen postula que la mayoría de las veces, las metas son planteadas en base a factores externos, esto es, el cumplimiento de las mismas, o superar nuevos retos, implica a terceros o situaciones que tienen que ver con el contexto y rara vez están enmarcadas por «Yo soy parte del problema».
Primero define tus metas y sus alcances, luego realiza preguntas concretas; esto te dará precisión en el problema real y la base de soluciones que te ayudarán a alcanzar el objetivo. Tus objetivos adquirirán más fuerza con la simple acción de transformar tu meta en una pregunta.
Por ejemplo:
- Tiempo para ser más creativo VS ¿Qué herramientas requiero para ser más eficiente y generar nuevas ideas?
- Tener más tiempo en mi trabajo VS ¿Cuáles son las necesidades más urgentes de mis clientes y cuáles mis prioridades?
Con este cambio, la responsabilidad será depositada en ti completamente y nadie ni nada más de «afuera», será responsable de lo que pase.
El siguiente paso, es transformar todas tus metas en preguntas, te sorprenderás: ¡ Tus aspiraciones se convertirán en logros!. Y si eres dueño de negocio, quieres mejorar en tu trabajo o vas a emprender, te verás beneficiado en un 100%