El proceso en que permitimos que un colaborador se encargue de realizar una tarea, concediéndole autoridad y libertad  para completarla  pero compartiendo la responsabilidad por el resultado, se llama: DELEGAR

La delegación implica la rendición de cuentas al superior de las tareas que han sido delegadas.

Las ventajas de delegar:

  1. Directivo: Ahorra tiempo y gestión
  • Aprovecha y potencia las capacidades gerenciales
  • Libera presión al trabajo inmediato
  • Reduce costos de la empresa (ya que el directivo puede dedicar su tiempo a otras funciones)
  1. Colaborador: Incrementa la innovación y la participación.
  • Permite el desarrollo profesional
  • Permite el desarrollo de sentido de pertenencia sobre la empresa y su destino.

Deben darse las siguientes condiciones para que la delegación sea efectiva:

  • Definir claramente la tarea a realizarse, objetivos que se desean conseguir, plazos y autoridad
  • Aceptación voluntaria, ya que los trabajos delegados normalmente no forman parte del conjunto de tareas que contienen el  puesto de trabajo del empleado.
  • Supervisión de la tarea delegada según sea u importancia y dificultad al final de la misma o durante su proceso en diferentes etapas.

¿Cómo saber si estás delegando lo suficiente?

  • ¿llevas trabajo a casa regularmente?
  • ¿trabajas más horas que tus colaboradores?
  • ¿Dedicas parte de tu tiempo a hacer para los demás, cosas que podrían hacer ellos mismos?
  • Cuando vuelves a la oficina tras una ausencia, ¿te encuentras la bandeja de entrada demasiado llena?
  • ¿te interrumpen a menudo con consultas y encargos sobre proyectos en marcha y trabajaos ya asignados?
  • ¿Gastas tu tiempo en detalles rutinarios que otros podrían resolver?
  • ¿estás siempre apurado para poder cumplir con la fecha tope?
  • ¿eres incapaz de respetar las prioridades?

Si has respondido a la mayoría de las preguntas con un Si, entonces debes  comenzar a trabajar  en aprender a delegar tareas y responsabilidades para que puedas enfocarte en lo importante: hacer crecer el negocio. Cuando delegas, estás transfiriendo a otros  la autoridad y la responsabilidad para desarollar ciertos trabajos. La delegación satisfactoria implica que los que reciben tareas saben lo que se debe conseguir, tienen voluntad para lograrlo, poseen los medios para hacerlo y la capacidad para conseguirlo.