El tiempo es nuestro activo más valioso, no hay duda de eso. Los demás activos disminuyen, aumentan; tenemos menos dinero o más dinero, más cosas, menos cosas, etc… Fluctúan. El tiempo no; el día de ayer no se repetirá, ni siquiera se repetirá el tiempo que estás empleando en leer este trabajo.
Utiliza bien tu tiempo, aprovéchalo.
En los tiempos que corren, que son de escenarios difíciles y cambiantes para los negocios, es primordialmente importante trabajar sobre lo que tenemos total control: nosotros mismos.
Cuando vemos que alguien intenta robarnos alguno de nuestros activos, nos defendemos. Vigilamos para que esto no ocurra sin embargo cuando lo que nos roban es el tiempo, no tenemos la misma actitud vigilante. El dicho dice “El tiempo es oro” pero al parecer no es un oro de calidad.
Los “ladrones del tiempo” se roban nuestro activo más valioso a plena luz del día, descaradamente y con total impunidad, incluso a veces tienen nuestra comprensión.
Cuando no lo consiguen de inmediato, lo intentan una y otra vez, algunos de estos ladrones pasan desapercibidos al instalarse dentro de nuestra empresa y ya que convive con nosotros de manera subrepticia puede comenzar a tobar pequeñas cantidades de tiempo, primero unos minutos pero a lo largo del día pueden ser horas, ¿y al final de año? Puede resultar en un perjuicio inconmensurable.
Estos son los ladrones de tu tiempo y tu productividad.
- Interrupciones y visitas inesperadas
- Tiempos de espera para citas o reuniones
- Indefinición del trabajo a realizar
- Trabajo excesivo o mal dimensionado
- Comunicaciones deficientes
- Objetivos y prioridades confusos
- Procesos burocráticos
- Jefe desorganizado
- Incapacidad para delegar
- Falta de reflexión previa
- Desorden personal
- Falta de concentración
- Entrevistas o reuniones largas
- Falta de autodisciplina
- No completar las tareas ya iniciadas
- Ausencia de plan de trabajo
Aprende a identificar a quiénes se roban tu tiempo y frena su accionar para que tu productividad no se vea afectada.