¿Sabes realmente lo que se necesita para ser un buen dueño de negocio?

Cuando despidieron a Juan, que es un excelente vendedor, decidió tirarse a la piscina con un emprendimiento de ventas de piezas automotrices.

Andrés heredó el negocio familiar, su padre le dejó el control de la inmobiliaria aun cuando no tiene experiencia en ninguna empresa que no sea la de su padre.

La receta familiar que tiene Lucía, le ha permitido abrir 2 pequeñas pastelerías.

Todas estas personas, sin duda, son buenos en lo que hacen pero ¿qué experiencia es la que les permite administrar un negocio? Y ¿cómo pueden hacerlo crecer?

Toda persona tiene aptitudes que lo habilitan para desempeñar una carrera pero eso no necesariamente implica que puedan ser realmente aptos para dirigir una empresa o llevarlas a alcanzar el máximo nivel.

Juan fue vendedor toda su vida pero fue un empleado por lo tanto nunca tuvo la necesidad de administrar. Un negocio propio es un reto para el que no está lo suficientemente preparado y si decide delegar la responsabilidad de la administración, debe tener conocimiento claro de los indicadores claves que debe medir, de lo contrario, probablemente su negocio quedará estancado.

A pesar de que Andrés estuvo involucrado en el negocio inmobiliario de la familia, no cuenta con  experiencias en otras empresas y tampoco como el dueño de una, por lo que su aprendizaje se irá logrando con el camino que recorra al seguir el ejemplo de su padre. Es altamente probable que sólo siga el patrón inicial, reduciendo las posibilidades de llevar el negocio al siguiente nivel.

Lucía tiene un potencial enorme, este potencial le permitiría  incluso convertir su negocio en una franquicia, sin embargo, al o querer arriesgarse a que algo salga mal, consume su tiempo entre las dos pastelerías, provocándose gran estrés y sin posibilidad de disfrutar tiempo libre, su negocio no trabaja para ella, sino que ella trabaja para su negocio.

Los tres perfiles descritos no son casos perdidos, por el contrario, sólo les falta la preparación y el empeño para pasar al siguiente nivel, es importante apoyarse en una persona que pueda ser un guía, que los mantenga con el foco en lo que realmente importa y pueda proveer las estrategias de negocio  necesarias. Y sin saberlo, podrían tenerlo muy cerca pues esa figura puede ser un asesor de negocios.

¿Sabes de algún atleta que haya logrado una medalla olímpica sin el apoyo de un asesor de negocios?

¿Por qué entonces, no te animas a aplicar el mismo concepto a tu vida empresarial y llegar a ser un empresario de alto rendimiento?