¿Por cuánto tiempo quieres que tu negocio se mantenga activo? Su permanencia a lo largo del tiempo dependerá en buena medida de su autonomía empresarial. Abordaremos este interesante tema y daremos algunas sugerencias sencillas para ayudarte a proteger la solvencia de tu inversión.
El éxito de todo negocio se mide, parcialmente, por el alcance de los objetivos que inicialmente fueron propuestos. Además, resulta imperioso ganar una posición que permita asumir otros riesgos, trazarse nuevas metas y escalar un poco más. Esto es sumamente importante en vista del carácter competitivo y cambiante del ambiente comercial moderno.
Lograr la autonomía empresarial: una meta realista
La autonomía se define como la condición de no depender de otras personas, al menos en teoría. La independencia absoluta, sin importar el ámbito a tratar, es prácticamente imposible. Toda persona o negocio necesita y necesitará la intervención de terceras personas u organismos para asegurar su bienestar.
Ahora bien, cuando hablamos de autonomía empresarial no hacemos referencia a una independencia absoluta. Antes bien, apuntamos a la capacidad que toda empresa ha de tener para atender sus necesidades de gastos y pagos. Esto valiéndose de sus propios recursos y sin recurrir a préstamos frecuentes.
Esta última condición es el punto más óptimo y la meta más añorada por toda empresa en sus fases iniciales. Y ciertamente puede alcanzarse, pues existen mecanismos a implementar y hábitos a adquirir en su prosecución. En este sentido es bueno abordar algunos aspectos indispensables para ganar autonomía.
Cómo consigue una empresa su autonomía
Cuando un negocio cuenta con autonomía financiera, goza de salud económica y puede respirar tranquilo. Ahora bien, esta condición depende de diferentes factores, algunos medibles y cuantificables, y otros sujetos al azar. Entre los primeros contamos el buen manejo de los recursos, la capacidad de innovar y ser competitivos frente a otras empresas.
Otros factores, de carácter externo, que influyen en la autonomía empresarial, son la economía en general y las circunstancias del mercado. Ahora bien, cuando se administran debidamente los recursos internos, se está preparado para resistir los cambios en la marea económica.
Desde sus inicios hasta su consolidación
Es bueno acotar que, al momento de iniciar como empresa, la idea matriz fue respaldada económicamente por socios o inversionistas. Seguramente el Plan de Negocios abarcó los factores de riesgo y cómo podrían solventarse. Además, detalló cómo se emplearían los recursos de forma responsable y sustentable.
Pues bien, en tu Plan Empresarial tienes el mapa que puede conducirte a una autonomía financiera. La mayoría de las veces en las que dicha meta no se alcanza, es porque no se han seguido estos lineamientos. Apegarse al plan de negocios contribuye a darle el mejor uso a los recursos disponibles.
Siempre atento
Para garantizar que todos los componentes de una empresa se ajusten a la propuesta inicial, es importante accionar algunos mecanismos. Básicamente implica adoptar algunos hábitos que permitan realizar monitoreo al progreso obtenido. Lo cierto es que nada debe dejarse a la casualidad, pues un movimiento en falso puede ser devastador para la empresa misma.
Algunas recomendaciones para alcanzar la autonomía en empresas
Repasemos a continuación algunas sugerencias sencillas que te permitirán proteger la solvencia de tu negocio. No es necesario romperse el cerebro pensando en todos los peligros que podrías enfrentar como empresario. Basta con implementar debidamente ciertas medidas que ya han funcionado en negocios de éxito.
Busca la asesoría de un experto, como un contador titulado o gestor financiero con experiencia. Encargar la tarea de administrar las finanzas a alguien cualificado para ello te ahorrará inconvenientes, además de garantizar el empleo correcto de los recursos. No escatimes esfuerzos ni ahorres dinero pensando que no necesitas dicha asesoría.
Haz análisis de ratios financieros
Ejecuta con frecuencia análisis de ratios financieros, con lo que medirás los aspectos económicos claves de tu negocio. Repasemos brevemente algunos tipos de análisis de ratio y lo que consigues con ellos.
- El ratio de autonomía financiera quizá sea el que más directamente se relaciona con la temática que desarrollamos. Con esta fórmula consigues medir la capacidad de tu empresa para financiarse. Refleja la relación entre el patrimonio o capital propio y la suma de los capitales permanentes.
- El ratio de endeudamiento permite determinar la capacidad disponible para adquirir deudas y poder cancelarlas en los plazos acordados.
- A fin de conocer cuáles son los beneficios obtenidos por la adquisición de activos sin considerar su costo de financiación, se activa la ratio de rentabilidad económica.
Verifica los estados financieros y las opciones de financiación
Chequea periódicamente los estados financieros, junto con tu gestor de finanzas. De esta manera comprobarás la condición general de tu negocio y podrás comparar su status actual con el de meses anteriores. Presta especial atención a la capacidad de negociación y el costo de endeudamiento.
Por último, comprueba que cuentas con opciones de financiación, y úsalas sólo cuando la inversión valga la pena. Compara el crecimiento de tu negocio con la competencia para determinar dónde sería rentable invertir. Ten además, un monto de reserva equivalente a tres meses de gastos de operación.
Importancia de gozar de autonomía empresarial
Por supuesto, las medidas a seguir para garantizar la autonomía en tu negocio dependerán de la naturaleza del mismo. Pero siempre será posible ajustar los mecanismos para que se adapten a las circunstancias particulares de la empresa. Lo cierto es que ganar autonomía empresarial es indispensable para asegurar tu permanencia en el mercado.
Una de las principales ventajas de auto sustentarse como empresario es que dispondrás de una amplia capacidad para decidir. Serás el dueño de tus acciones y podrás iniciar nuevos emprendimientos sin mayores restricciones. Además, serás libre para elegir e implementar la política empresarial que mejor te venga.
Por el contrario, cuando los recursos financieros que se emplean forman parte de pasivos o deudas, el círculo de autonomía se reduce. No habrá disponibilidad para innovar ni tranquilidad para invertir hasta que complazcas a tus acreedores. Vivirás en un continuo correr contra reloj que amenazará la estabilidad de tu empresa.
Conviértete en un empresario autónomo
Nuestra asesoría puede ser justo lo que necesitas para que tu empresa comience a ganar autonomía. Haciendo unos cuantos movimientos bien pensados, podrás obtener en poco tiempo las riendas de tu negocio.