Branding y marketing de tu marca personal

Sea cual sea tu ramo de tu actividad profesional o tu negocio, o el medio a través del cual quieres ofrecer o promocionar tus servicios, el éxito de tu empresa guarda estrecha relación con un aspecto fundamental (branding), del cual depende luego el siguiente (marketing). El branding tiene que ver no solo con lo que eres y haces, sino con los atributos vinculados de manera directa o indirecta a tu marca; el branding es lo que te identifica, mejor dicho, lo que perciben de ti e influye en la manera cómo van a reaccionar con respecto a lo que les ofreces: lo toman o lo dejan, lo aceptan o lo rechazan, lo compran o se van con la competencia.

El siguiente aspecto es el marketing, que es el conjunto de técnicas y estrategias que te permiten darte a conocer el mercado y, por supuesto, comercializar tu marca, para posicionarte y ser competitivo. En el presente artículo hablaremos, entonces, de cómo puedes construir tu marca personal, cuando trabajas como profesional independiente con tu empresa, y cómo puedes promocionar tus servicios o, más bien, tu marca.

Tu empresa como marca personal

Cuando eres un profesional y tienes una empresa personal, no hay lugar a dudas: tú eres tu propia marca y eres lo que te corresponde promocionar. Tal vez piensas, erróneamente, que lo que vendes son tus servicios. Hasta cierto punto es verdad; pero lo que vende no es lo que haces, lo que vende por ti, lo que te proyecta, lo que te permite ser competitivo, es algo que está más allá de lo que haces.

Para decirlo de una manera más sencilla: tú eres arquitecto, eres abogado, eres fisioterapeuta; haces proyectos, litigas, das terapia. Pues, si solo dices eso de ti, no vas a vender mucho. Hay muchos otros arquitectos que hacen proyectos, hay otros abogados litigantes y otros fisioterapeutas que dan terapias. Haciendo una comparación, también hay muchos otros que preparan hamburguesas, pero solo hay un McDonalds.

Entonces, si puedes entender qué es lo que hace diferente a McDonalds del puesto de hamburguesas de la esquina (aunque venden lo mismo), puedes entender por qué una es una franquicia valorada en miles de millones y la otra es una empresa que le permite a su propietario y a su familia subsistir. Y mejor aún que poder entender esto, debes aplicarlo para ti, para el marketing de tu empresa personal, para tu marca, que eres tú mismo.

Branding: construyendo tu marca personal

Como dijimos, el branding tiene que ver con los atributos vinculados de manera directa o indirecta a tu marca. Comencemos por explicar lo que es un atributo y a qué nos referimos cuando hablamos de lo directo o indirecto. Un atributo es bien una cualidad o bien una acción facultativo de algo o de alguien, sea persona, animal o cosa. Un atributo de alguien puede ser la bondad; pero un atributo de un juez puede ser la severidad, que está vinculada tanto con su ser o su persona como con la función que le corresponde ejercer.

Por otra parte, los atributos pueden estar vinculados directa o indirectamente con las cosas; o dicho de otra manera, ser reales o ser atribuidos. Un atributo de la luna es ser el satélite natural de la tierra, ser un astro sin vida; otros atributos de la luna llena son: ser hermosa, romántica, provocar la locura en las personas o la aparición de los licántropos. Los dos primeros atributos son reales; los siguientes son atribuidos, y no es culpa de ella que crean las personas creamos eso. Pero si bien la luna no hizo nada para merecerlos, tú sí puedes consciente o premeditadamente proyectar tus atributos. Y es que en el caso de las marcas, los atributos son factores claves en la percepción de los potenciales clientes y determinantes en las decisiones de comprar.

La pregunta que debes estar haciéndote seguramente ahora es: ¿cuáles son mis atributos? Esto nos lleva a la pregunta que todos nos hacemos: ¿quién soy? Esto aún es sencillo de responder: soy un arquitecto, un abogado, un psicólogo. Entonces, esto es solo parte del asunto; lo verdaderamente fundamental es: ¿cómo soy? Los sustantivos nombran y los adjetivos definen. Podemos hacer, para comenzar, un ejercicio muy sencillo, con miras a establecer tus valores como marca: piensa en cuál es el arquetipo o valor que te define: altruismo o bondad, firmeza, sostenibilidad, tradicionalidad, rectitud, honestidad, impecabilidad…

Ya sabes lo que eres y cómo te ves. Pero aún falta una cosa: ¿en qué eres experto? ¿Cuál es tu fuerte? En una ocasión Zinedine Zidane dijo de sí que su mejor rasgo en el juego era el control de la pelota: “yo vivo del control”; él estaba claro acerca de lo que era: un jugador de fútbol, centro campista, con gran dominio de la pelota. Y tú también tienes que saber esto de ti; y a partir de esto te muestras como el experto que eres. Al tener claro que eres un abogado que sabe muy bien cómo manejar las demandas laborales por indemnización, puedes transmitir la imagen de un experto, hablando como tal. Eso te hará sobresalir: ya no eres un abogado cualquiera. Lo mejor es que al hacer esto, también defines un nicho.

Por último, todo esto debes condensarlo en un lema, una frase, un concepto, una idea, que será lo que muestres. Y listo, ya lo tienes todo: tu nombre, lo que haces, en qué eres fuerte y una frase que lo resume; este es tu escudo.

Marketing de tus servicios profesionales

Desde el momento en que asumes lo que eres con autoridad y te muestras como una persona que habla con propiedad, usando palabras de peso (pero no tecnicismos), eres convincente. Esto está muy bien, ahora tienes que decirlo: tienen que saber quién eres, muestra a todos lo que vales. Esto lo puedes hacer de diversas maneras, en tus redes o en tu página:

  • Muéstrate en acción (siempre y cuando sea algo permitido);
  • Transfórmate en experto: asiste a eventos, desarrolla webinars… y publícalo.
  • Escribe: crea tu blog y explica lo que sabes; no tengas miedo, nadie va a robarte ningún secreto profesional. Entre más hablas, más confían en ti.
  • Usa los testimonios de tus clientes satisfechos; ellos les dirán a otros por qué confiar.
  • Puedes valerte de los influencers de tu área para ampliar tu rango y alcance, creando nuevas oportunidades de negocios.

Por último, cuenta tu historia, apela al storytelling. Tú mismo eres tu marca, eres el protagonista. Explica quién eres, tu historia, tus inicios, cómo llegaste hasta allí; tu esencia, lo que sueñas, lo que te propones alcanzar. Exprésate, desnúdate (en el sentido figurado). La gente se vincula con la gente; tú eres tu marca: deja que te conozcan y que te sientan, para que se conecten emocionalmente contigo.

Comunicando tu marca personal

Algo muy importante que no debes olvidar: todas tus herramientas de comunicación deben estar alineadas, desde tu página web y tus redes sociales; todos deben dejar claro lo que haces, lo que eres, tus fortalezas, lo que has identificado como tu arquetipo. Debes asegurar de que todo eso que dices que eres, sea lo que realmente dices en tus redes y en tu web.

Por último, recuerda que no es lo mismo vender servicios profesionales como marca que vender un auto. Claro está, un auto lo puedes mostrar; el cliente puede ver que tiene dos o cuatro puertas, que es eléctrico; pero, ¿cómo saber si este es el profesional cuyos servicios me conviene contratar? Hasta tú debes habértelo preguntado alguna vez, estando en la posición del cliente que necesita los servicios.

La única forma de saber, es que te lo digan. La única forma de que confíen y contraten tus servicios, es que te crees un prestigio como marca y sepas promocionar lo que haces. Es tu manera de trabajar lo que te diferencia y es tu actitud lo que te identifica; es lo que ven, perciben y hasta recuerdan de ti.