Existen diversos tipos de clientes a los que debemos dar un trato apropiado si queremos que se mantengan fieles. De nada serviría que se lleven una mala experiencia y no vuelvan a comprar nuestros productos. Por esa razón, es sumamente importante conocer algunos consejos para que los practiques permanentemente.

¿Qué tipos de clientes existen y cómo se clasifican?

Los tipos de clientes se agrupan por el comportamiento, nivel de fidelización y satisfacción. Para saber cuál es la mejor forma de actuar en un negocio abierto al público debes conocerlos bien. De esa manera, sabrás cómo actuar según la personalidad del consumidor que atiendas en cada momento.

Ahora bien, no creas que sea algo muy complejo. Hay una gran cantidad de consejos que serán útiles para estas ocasiones. A continuación, hablaremos sobre los más habituales.

Clientes según nivel de fidelización

Hay clientes más recurrentes que otros, y su actitud cambia en función de la frecuencia con la que te compren. Entonces, comencemos a analizar los tipos de clientes de acuerdo al nivel de fidelización.

Los que compran regularmente

Son aquellos que asisten al establecimiento y compran de forma repetitiva. Ahora bien, también acuden a centros de la competencia y consumen sus productos. En este caso, hazles sentir como en casa y transmite cada vez más confianza. Dales un trato personal, ofréceles promociones, descuentos y beneficios.

Clientes ocasionales

Estos son los que hacen su primera compra o adquieren productos de manera ocasional sin una frecuencia exacta. Tienes que brindarles un trato amable, amigable y placentero, de manera que sientan el deseo de visitar la empresa cada vez que puedan.

Consumidores frecuentes

Aquí nos referimos a aquellas personas que siempre usan nuestros productos o servicios. Es importante hacerles ver que no son clientes comunes y corrientes, sino que significan mucho para tu empresa. Busca manera de premiarlos por su fidelidad y así te comprarán sin buscar en la competencia.

Embajadores

Los clientes-embajadores son mucho más que simples clientes frecuentes. Estos se destacan por compartir con compañeros y familiares las particularidades de nuestra marca. Se posicionan como una clase de fan del negocio.

En esta situación, aparte del buen trato, es apropiado que seas agradecido con ellos y que les muestres que estás contentos porque son tus compradores.

Tipos de clientes según su comportamiento

El comportamiento de un cliente varía dependiendo de su estado de ánimo, cultura o crianza. Entre los más habituales están los siguientes:

Tímidos

Es fácil distinguir a este estilo de cliente por la distancia que guarda y normalmente no miran a los ojos. Lo más práctico es ganarse su confianza sin hacer nada imprudente y evitar las preguntas personales. Te sugerimos guiar su compra y enseñarle todo lo que necesite sin acercarte demasiado para evitar incomodarlo.

Amables

Son amistosos y dan la razón a quien lo atiende en casi todo, pero en general no saben exactamente lo que quieren. Lo más razonable es mostrarle pocos productos con el propósito de no aumentar sus dudas.

Reflexivos

Se muestran con un alto nivel de organización y les interesa recibir bastante información antes de comprar. Para atenderlos hay que ser pacientes y mantener la tranquilidad en todo momento. También es útil tener a la mano los datos específicos de los productos y nunca decidir por ellos.

Indecisos

Los clientes indecisos presentan muchas dudas durante todo el proceso de elección. Es normal que el procedimiento se alargue y que estas personas pidan continuamente información. Por tanto, se necesita una buena disposición, ganas de explicar y ofrecer varias alternativas. Nunca hay que agobiarlo ni presionarlo a elegir una opción en específico.

Entusiastas

Les fascina hablar y hasta contar experiencias que han vivido. Sin embargo, las conversaciones que empiezan no siempre tienen que ver con la compra. Así que es indispensable que te muestres entretenido y a la vez dirijas la compra de la mejor manera.

Orgullosos

Generalmente, creen que lo saben todo y le gusta controlar la situación. Prefieren que no les den consejos ni correcciones. Sin embargo, nunca debes estar temeroso y demostrarle que tú conoces perfectamente el producto. La idea es que no lo corrijas abiertamente, sino que mantengas una comunicación abierta, expresando lo que sabes, pero sin caer en discusiones.

Silenciosos

Aunque estén mucho tiempo en silencio no debes pensar que no te están escuchando. Solo tienes que ser amable, mostrar interés y darle opciones. No los interrumpas, solo espera y déjalos pensar hasta que se decida.

Escépticos

Este tipo de clientes disfruta resaltando la parte negativa del producto y dejando a un lado lo bueno. Casi siempre es desconfiado y está a la defensiva, pues cree que lo vas a manipular para que compre. No pierdas la paciencia, muéstrale las ventajas y desventajas y ayúdalo hasta que decida comprar.

Discutidores

Se les nota que desean discutir y son soberbios al conversar. En estos casos, no te muestres con miedo, no cedas de una vez, evita discutir y mantén la calma.

Ocupados

Desde el principio te dirá que no puede perder ni un segundo de su tiempo. Quizás hable por teléfono mientras selecciona un producto, es impaciente y caótico. Para mejorar el ambiente, demuestra tranquilidady no fuerces la venta si no está concentrado en el proceso.

Tipos de clientes según su satisfacción

Para finalizar, tenemos a los clientes que se clasifican en función de qué tan contentos han quedado con las compras:

Consumidores totalmente satisfechos

Son aquellos que cubren sus expectativas con nuestros servicios o productos. Por esa razón, es poco probable que se vayan a la competencia, a menos que consigan una mejor oferta. Debes mantenerlos enganchados satisfaciendo sus necesidades y premiarlos de vez en cuando por su fidelidad.

Clientes contentos

Estos demuestran cierto grado de satisfacción y suelen hablar bien de la marca a sus conocidos. Este tipo de clientes normalmente terminan siendo embajadores y no piensan en acudir a otros establecimientos de la competencia. Busca la manera de que sigan visitando tu empresa a través de descuentos, promociones y, si ya es de confianza, crédito.

Indiferentes

Se caracterizan por no tener una postura bien definida y son volátiles. Por tanto, es fácil que compren otras marcas y aun así sigan siendo clientes ocasionales. Familiarízate con ellos, dales un buen trato, procura recordar sus nombres y ofréceles productos atractivos, así no los estén buscando.

Rehenes

No están conformes con el producto y prefieren cambiarse a otro proveedor. Sin embargo, a veces no lo hacen por los costos, las cláusulas o el tiempo. A menos que el disgusto sea tu culpa directamente, no siempre es necesario pedir disculpas.

En realidad, muchos compradores no se informan bien sobre el producto o esperan resultados más elevados de los que en verdad les ofreces. No pierdas los estribos, atiende sus reclamaciones y, en la medida de lo posible, ayuda al cliente a resolver los problemas.

Cómo tratar a los clientes

Hay sugerencias básicas para tratar a todo tipo de clientes. En primer lugar, es buena idea anticiparse a sus necesidades, es decir, mostrarles los productos que pueden favorecerles. El respeto también es importante, nunca dejes de ser educado sin importar el tipo de cliente que atiendas.

Por último, muestra soluciones y acciones inmediatas. Esto quiere decir que, si surge un problema, hay que actuar y mejorar lo ocurrido. Así conseguirás clientes fieles y leales a tu marca en todo momento.