En los negocios de hoy en día, el bajo rendimiento laboral de los empleados se ha convertido en un problema creciente y en un tema común de discusión en las reuniones de juntas directivas, en búsqueda de crear las motivaciones necesarias. Cuando los gerentes deciden delegar el trabajo, las frustraciones son altas ya que se espera que los empleados demuestren un buen trabajo y sepan cómo son los buenos resultados. La realidad puede ser, sin embargo, diferente a lo esperado.

En el hecho de que los empleados tengan un bajo rendimiento laboral, inciden muchas razones; pero la razón principal podría ser que los gerentes no se dan cuenta de que pueden estar contribuyendo a la falta de desempeño de sus subordinados, al no crear motivaciones efectivas. Como gerente, necesitas primero entender las fortalezas y debilidades de cada uno de los miembros de tu equipo. Debes considerar cómo trabaja una persona, cómo interactúa, qué le motiva y cómo le gustaría que se le reconociera por sus logros.

Es fundamental que, al mismo tiempo que comprendes a sus empleados, ajustes tu estilo para un liderazgo efectivo, maximizando el rendimiento; también debes generar las condiciones necesarias para que los empleados se desempeñen óptimamente. En este artículo te daremos algunas orientaciones.

Causas que generan el bajo rendimiento laboral

El bajo rendimiento laboral suele ocurrir cuando los empleados no saben qué se espera de ellos. A menudo, los supervisores no explican bien qué deben hacer, hasta dónde esforzarse ni les ayudan a fijar metas. Sin estas indicaciones, los empleados no se sienten motivados a dar lo mejor de sí.

También pasa que los empleados no comparten sus problemas, y muchos gerentes no entienden cómo piensan ni cómo motivarlos. Algunos gerentes no se interesan en esto y solo dan órdenes o amenazas. Sin embargo, a veces los empleados solo necesitan una buena explicación para entender su trabajo y hacerlo mejor.

Por eso, evita que tus empleados se sientan perdidos o bajo presión. Crea un ambiente laboral agradable, donde puedan trabajar con tranquilidad. Resuelve los conflictos entre trabajadores, por ejemplo, separando a quienes no se llevan bien.

Si tus empleados no están rindiendo bien en los proyectos, explícales para qué sirve lo que hacen, qué lograrán y qué beneficios tendrán. Algunos no preguntarán y harán lo que les pidas, pero otros querrán entender el propósito del trabajo. Si logran comprenderlo, es más probable que su rendimiento mejore notablemente.

Algunos consejos para aumentar el rendimiento laboral

  • El primer paso para alcanzar un óptimo rendimiento laboral, es aclarar los títulos de los puestos y proporcionar descripciones detalladas de los mismos. Aunque la mayoría de los trabajos requieren flexibilidad, los empleados deben tener claro quién debe hacer qué. De esta manera puedes hacer que la labor se canalice con responsabilidad.
  • Como se dijo, para aumentar el rendimiento laboral en tus empleados, puedes empezar por aclarar o establecer objetivos para cada proyecto o tarea. Define los estándares y expectativas, dando un conjunto claro de objetivos que deben ser alcanzados. Aumenta el rendimiento laboral informándoles a los miembros de tu equipo por qué tienen que hacer una tarea, de modo que tengan esa imagen en mente y comprendan plenamente la importancia del trabajo.
  • Cuanto más se comprenda lo que necesitan los empleados, mayor será el rendimiento laboral y también crecerán las posibilidades de crear las condiciones adecuadas para mantenerlos motivados; esto incluye un clima organizacional adecuado, cooperativo.
  • Si los empleados sienten que están siendo cuestionados constantemente, su creatividad y motivación disminuirán; pero si la motivación al éxito también es constante, el rendimiento laboral será el esperado para el beneficio de la empresa. Así que invierte el asunto: en lugar de enunciar lo que no se hizo (“eran cinco millas y corrimos solo dos, eso estuvo mal”), lo conviertes en una meta (“necesitamos correr tres millas más esta semana, eso estará muy bien”).
  • Por último, es importante contar con un sistema de recompensas y compromisos comunes, donde todos sean juzgados con la misma vara. A menudo sucede que empleados que gozan del favor de los jefes son premiados o no son castigados, pese a no mostrar el rendimiento idóneo; la equidad y la justicia también son importantes en el trabajo.

Cuando los empleados ya no quieren trabajar

A veces el bajo rendimiento laboral de tu empleado puede deberse simplemente a que él no tiene la voluntad de hacer el trabajo que se le asigna. No hay una solución simple para este problema de bajo rendimiento laboral, porque no hay una sola causa. Es decir, las soluciones simplistas no atacan el problema de raíz. ¿Y cuál es el problema? Hay que averiguarlo.

No todas las situaciones de bajo rendimiento laboral tienen que ver con el ambiente de trabajo; hay otros factores personales, sociales, económicos. Un empleado puede estar pasando por una situación personal difícil, como una separación, fallecimiento de un familiar, un hijo enfermo. En estos casos, hay que comunicarse con él para saber qué le sucede; sobre todo si se trata de un empleado que no muestra ese comportamiento regularmente.

Sin embargo, no debemos desestimar otros factores, como por ejemplo, cuando la relación ha llegado a su fin, porque el empleado considera que quiere algo mejor y piensa que en otra organización pueden ofrecérselo. Esto también se debe hablar claramente e, incluso, si se piensa que es un empleado que vale la pena, hacerle una contraoferta o, en su defecto, dejarlo ir.

Por último, está la opción del empleado que quiere abrirse paso por su cuenta, con un emprendimiento. Véamoslo como el hijo que ha crecido y forma su propio hogar. Le damos una palmada en la espalda, lo alentamos y dejamos la puerta abierta. Algún día puede volver o, quizás, lo tengamos como cliente, o como proveedor. Todo es posible.